martes, 5 de enero de 2010

Comienzo de año

     El año ha empezado bien en la empresa, a la que llamaré V. No porque su nombre empiece por V, sino porque aquí los lusers son como lagartos comeratones de sangre fría. A lo que voy, que ayer día 4 según fui a pasar por los tornos de entrada, el vigilante me mira sonriente y me dice que están estropeados y que tengo que firmar en su hojita de la muerte para entrar.

- ¡Creo que te toca currar nada más entrar!
- Feliz año a ti también.
- ¿Qué?
- Nada, que ahora lo arreglo.

Resulta que el programita que gestiona el tema de los tornos y el control de presencia, está instalado en el servidor de ficheros, que a su vez es el de APIS y algunas otras aplicaciones de terceros que no vienen al caso... todo esto en un Pentium II a 800Mhz que tiene más de 10 años y nunca se le ha hecho limpieza, así que podéis imaginaros lo bien que va el bicho. Bueno, me subo a la sala de servidores y me encuentro a Pokémon intentando forzar la puerta con un destornillador. Me acerco sigilosamente por detrás y le clavo los dedos en los costados.

- ¡¡Te pillé!!
- ¡Joder qué susto! - Se levanta de repente y se da con el pomo de la puerta en la cabeza.
- ¿Qué haces forzando la puerta? - digo mientras me aguanto la risa de la ostia que se ha pegado.
- Pues nada que como no funciona el control de presencia no me deja entrar. - dice rascándose el chichón.
- ¿Y para qué querías entrar?

Pokémon se queda pensativo mirando continuamente a un lado y al otro. No sabe que yo sé que se sube a la sala de servidores para jugar al solitario que se instaló en el servidor de correo.

- ¡Pues para arreglarlo! Pero bueno como ya has llegado tú lo dejo en tus manos.
- Vale.

Me doy la vuelta y me bajo a mi ordenador, dejándo a Pokémon pensativo delante de la puerta de la sala de servidores. Ya hablaré más adelante de Pokémon, pero de momento con que sepáis que es el responsable de IT, osea mi jefe, es suficiente.

Desde mi ordenador me conecto por remoto al servidor de ficheros y compruebo que no se ha actualizado automáticamente el año en el programa de gestión de presencia, por lo que a todo el que intenta pasar la tarjeta le dice que está fuera de horario. Vale, actualizo el año, me voy para fuera para comprobar que se puede entrar y salir, y con el trabajo bien hecho, me voy a por un café.

Con el café saboreado a medias, veo que Pokémon baja cabizbajo por las escaleras.

- Hay una alarma pitando en la sala de servidores y no sé qué es.
- Claro centollo, como que has estado forzando la puerta y para algo está la alarma.
- Pues mira a ver qué pasa.
- Grmglfs... voy.

Me termino el café de un sorbo y subo corriendo las escaleras. Justo cuando llego delante de la puerta, la alarma pasa de su sonido normal, al sonido reactor de avión, capaz de reventarle los oídos a Bethoven. Paso la tarjeta, abro la puerta, y meto el código de la alarma. Por suerte el sonido cesa. Acto seguido, suena el teléfono.

- Buenos días.
- Buenos días.
- Le llamamos de Supersecuritas, porque ha sonado la alarma.
- Ajam, si, ya está solucionado.
- Necesitamos que nos diga el código de seguridad.
- 3P2MASK2
- Ok, ¿qué es lo que ha pasado?
- Ah, nada, que como no se le abría la puerta, pokémon estaba intentando forzarla con un destornillador.
- ¿Cómo?
- Si, con un des-tor-ni-lla-dor (se la silabéo muy despacio para que lo asimile).
- (Silencio...)
- Nada, que no hace falta que llamen a la guardia civil, ya le he aplicado yo un correctivo.
- Ahm, bueno vale, muchas gracias, que tengan un buen día.
- Igualmente, talués.

Ale, me bajo otra vez para mi PC, entreteniéndome saludando y felicitando el año a to quisqui por el camino. Cuando llego a mi sitio me encuentro a Pokémon absorto en sus cosas mirando la pantalla del ordenador, así que nada, abro el correo y me entretengo leyendo las felicitaciones navideñas y gilipolleces variadas. Hay que ver con la gente de esta empresa, de 56 correos nuevos, 16 eran alertas, 22 felicitaciones navideñas, 9 powerpoints de esos horteras, 7 spam y 2 de cosas de curro. Juas...

Total, que entre pitos y flautas se me hacen las 12 del mediodía... cuando aparece Epi, el financial controller de la planta... vamos el mandamás.

- Pokémon, ¿qué ha pasado esta mañana?
- ¿Qué? ¡Ah! Nada, que no funcionaba el control de presencia, pero ya lo arregló ManOwaR.
- ¿Y la puerta forzada en la sala de servidores?
- ¿Eh?
- Sí, que me han llamado los de Supersecuritas para decirme que por qué has forzado la puerta con un destornillador.
- ¡Porque no se podía entrar!
- ¿Y la has abierto?
- No.
- ¿Y cómo lo has arreglado sin entrar?
- ¡No sé! ¡Ya te he dicho que lo ha hecho ManOwaR!

Me acomodo en mi silla y hago como que la cosa no va conmigo.

- Osea que ManOwaR lo ha arreglado sin entrar en la sala de servidores.
- Sí, ¡pero no sé cómo! Porque para arreglarlo había que acceder al servidor de ficheros...¡y el servidor de ficheros está en la sala de servidores!

Epi me mira inquisitivo... me rasco la perilla e intercambio la mirada con él.

- Magia.

Epi se marcha a su despacho a grandes zancadas jurando en hebreo...

Ains... ¡qué bien ha empezado el año!

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